Metodologías

9 de julio de 2018

¿DEBERES DE VERANO? ¿SÍ O NO?

Tras un largo curso en el que nuestros alumnos o hijos han estudiado y trabajado durante 10 meses, llegan los intensos días de vacaciones de verano, y la eterna pregunta: ¿es bueno que en vacaciones sigan haciendo deberes? ¿O deben descansar?


Lejos de una respuesta extremista (recordemos que Platón señalaba que la virtud está en el medio), es importante ahondar en las dos posiciones para encontrar una solución a esta problemática.


En primer lugar, hay que destacar que nosotros en vacaciones solemos descansar y desconectar totalmente de nuestro trabajo. Es bueno que nuestro cerebro cambie de actividades y recarguemos las pilas para desestresarnos y favorecer así una relajación física necesaria de vez en cuando. Después de 10 meses de trabajo, nuestros hijos y alumnos se merecen un descanso, necesario para su salud.


Por otro lado, hay que contextualizar las vacaciones de verano en nuestra realidad. En España tenemos 2 meses de vacaciones de verano debido al extremo calor que se da en prácticamente todas las regiones de nuestro país. Esto significa que las vacaciones de verano son muy largas, y no es necesario desconectar tanto tiempo de un aprendizaje continuo y gradual. En muchos casos, nos encontramos que, en septiembre, nuestros alumnos se han olvidado de muchas cosas que habían estudiado durante el curso. Esto se podría evitar con los deberes de verano.

Además, cuando hablamos de que nuestro cerebro “desconecte”, no estamos queriendo decir que pasemos las horas sin hacer nada o que nos quedemos tumbados en el sofá para bajar el nivel de estrés. Desconectar es hacer actividades diferentes, hacer cosas que durante el curso no son viables, como dar un paseo por la montaña, visitar una ciudad o un museo, pasar un día en el campo, …

Sin embargo, el problema no consiste en resolver la pregunta de si tenemos que hacer o no deberes de verano, sino más bien, cómo entender esos deberes de verano. Personalmente no entiendo unos deberes de verano que consistan en un cuadernillo de ejercicios, como los cientos que realizamos en las escuelas. Los deberes de verano tienen que conseguir que el alumno repase los contenidos y destrezas esenciales de una manera más flexible y motivadora.

No es lo mismo leer un texto y responder a unas preguntas en un cuadernillo que “leer un libro divertido bajo un árbol y hacer un dibujo o inventar un final diferente”. No es lo mismo hacer cientos de multiplicaciones en una hoja que “multiplicar los dos primeros números de todas las matrículas que veas cuando vayas en coche”. No es lo mismo rellenar frases sobre animales en una ficha que “crear un libro con los animales que descubras durante el verano”.

Por eso os recomiendo potenciar lo mejor de vuestros hijos y alumnos. Si les gustan los animales, proponedles actividades sobre ellos; si les encantan las matemáticas, trabajad el cálculo mental jugando; si les gusta leer, ofrecedles la increíble aventura de escoger su propio libro en una biblioteca o librería.

Cada alumno o hijo es especial, necesita sus ritmos, sus motivaciones y su descanso. Por eso, ante la pregunta de si es bueno tener deberes de verano o no, mi respuesta es que sí, pero no “deberes” como los que estamos acostumbrados a hacer, sino innovar un poco en su presentación y método para conseguir que nuestros alumnos e hijos descansen y desconecten haciendo otro tipo de actividades, a la vez que repasan los contenidos de una manera divertida y original.





Para citar este artículo:

Pattier, D. (9 de julio de 2018). ¿Deberes de verano? ¿Sí o no? Escuela de innovación. Recuperado de: http://escueladeinnovacion.blogspot.com/2018/07/deberes-de-verano-si-o-no.html









26 de junio de 2018


PASOS PARA CALMAR UN AULA


Uno de los grandes retos con los que nos encontramos los docentes al entrar en el aula es conseguir un ambiente adecuado para poder desarrollar las actividades previstas en nuestra programación. Cansancio, nerviosismo, desmotivación... son algunos de los factores que afectan directamente al clima de aula, y que, por tanto, condicionan nuestro desempeño docente.



El cambio de la sociedad de las últimas décadas, de la mano del progreso tecnológico, ha producido unos alumnos despiertos, sobreestimulados, y muy alejados en la configuración de lo que podemos llamar "tranquilidad". Todo ello conduce a que en las aulas se palpe un nerviosismo por parte de los alumnos que el profesor debe saber gestionar siguiendo estos pasos:



1º Identificar el problema.
Es importante salir de la rutina y de nuestra programación, y darnos cuenta de que el contexto de enseñanza-aprendizaje no es el adecuado. En primer lugar, debemos darnos cuenta de que hay un problema que afecta al clima de aula, y en segundo lugar, tenemos que identificar cuál es el foco. Puede que se trate de algún alumno en particular, de alguna pelea que se haya dado en el patio, de que haya mucho calor en el aula,... No tenemos que tener miedo a preguntar a nuestros alumnos qué les pasa para poder ayudarles.



 Dedicar unos minutos a calmar el aula
No es malgastar tiempo, sino invertirlo. Si ha habido una pelea, debemos dedicar tiempo a esclarecer qué ha pasado y hablar sobre el tema trabajando la resolución de conflictos. Si hay un alumno que está llamando la atención afectando al clima de aula, tal vez es mejor hablar un minuto con él a solas, que echarle en cara su comportamiento delante de sus compañeros. Si hace excesivo calor, habrá que abrir las ventanas o incluso, por qué no, salir al patio a dar clase en una sombra donde corra el aire. 





3º Hacerlo todo con una actitud calmada
La forma y la actitud que nosotros adoptemos en clase, será poco a poco absorbida por los alumnos. Es decir, si un profesor entra nervioso a clase y empieza a mandar callar sin parar y a pedir rápidamente que abran los libros porque no hay mucho tiempo,... los alumnos se pondrán nerviosos, alguno se bloqueará y muchos de ellos desconectarán directamente de la clase. Por el contrario, si nuestra actitud es de tranquilidad, identificando el problema, hablando a los alumnos pausadamente y con tranquilidad, y dedicando unos minutos a mejorar el clima de aula, nuestros alumnos se calmarán y conseguiremos un mayor rendimiento. Los nervios o la calma del profesor se transmiten a nuestros alumnos, por eso tenemos un papel esencial en la construcción del clima de aula que debemos entrenar día a día.




4º Ofrecer a los alumnos métodos para aprender a gestionar sus emociones o nervios. 
Nadie nace sabiendo gestionar sus emociones, como podemos comprobar con cualquier niño pequeño que tiene una rabieta porque le han quitado un juguete o le han apagado la televisión. Es importante que enseñemos a nuestros alumnos cómo podemos gestionar nuestras emociones y sentimientos. Esto no quiere decir que tengamos que reprimirlos, sino gestionarlos. Así estaremos trabajando el clima de aula para un futuro.


Como último consejo, a mí me ha ayudado mucho formarme en "gestión emocional" en el aula, leer libros de educación sobre el clima del aula, y, sobre todo, observar y aprender de mis compañeros profesores, que muchos de ellos ponen en práctica estos cuatro pasos sin ni siquiera percatarse de ello.




Para citar este artículo: Pattier, D. (26 de mayo de 2018). Pasos para calmar un aula. Escuela de innovación. Recuperado de: http://escueladeinnovacion.blogspot.com/2018/06/pasos-para-calmar-un-aula.html










8 de mayo de 2018


CÓMO SALVAR LA MÚSICA TRAS LA LOMCE


Desde la antigüedad, la música ha estado presente en los sistemas educativos de todo el mundo. Solo tenemos que recordar a los griegos, que consideraban la música como una de las destrezas fundamentales que el ser humano debía adquirir.


Tras la revolución industrial y la aparición del capitalismo más exacerbado, han destacado como importantes disciplinas que generan directamente riqueza en un corto plazo, y han pasado a un segundo plano las asignaturas sobre el pensamiento (filosofía y ética) y las artes (plástica, música,…). Esto ha ido mermando las horas prácticas dedicadas a estas últimas en las escuelas de nuestro país hasta concluir en la ley educativa LOMCE, que coloca, entre otras asignaturas, a la música como algo irrelevante.


Como maestro, estoy determinado por las leyes educativas vigentes que me imponen unos horarios, unos contenidos, unos objetivos,… Pero lo que no me obliga es a usar una metodología en concreto. Yo, como profesor, puedo enseñar dichos contenidos de la manera que crea más oportuna: mediante juegos, a través del libro de texto, fichas, nuevas tecnologías, flipped classroom,… Pero, por qué no, hacerlo a través de la música, a través de la “pedagogía musical”.


Lengua, Sociales, Naturales, Inglés, Matemáticas,… todo se puede aprender mediante música. Existen numerosos recursos  en internet, pero uno de los más potentes es aprender mediante canciones. ¿Quieres aprender los ríos de España, las tablas de multiplicar o el proceso de la fotosíntesis? ¡Busca canciones en Youtube! Existen numerosos canales de profesores que dedican sus esfuerzos a enseñar a través de canciones. Uno de los mejores bajo mi punto de vista es el canal “Canta y Aprende” en el que existen canciones de todo tipo y en el que el creador tiene en cuenta los comentarios para componer nuevas canciones y ayudar así a todos los profesores y alumnos que lo deseen.

Como maestros tenemos que reinventarnos. Podemos usar la música como elemento transversal en cualquier materia, usarla como medio o metodología para conseguir los objetivos o contenidos deseados. Podrán quitar la asignatura de Música, pero jamás sacarán la música de las aulas.


Para citar este artículo: 
Pattier, D. (8 de mayo de 2018). Cómo salvar la Música tras la LOMCE. Escuela de innovación. Recuperado de: https://escueladeinnovacion.blogspot.com.es/2018/05/como-salvar-la-musica-tras-la-lomce.html








27 de abril de 2018


ESCAPE ROOM EN EDUCACIÓN, UNA EXPERIENCIA INNOVADORA


Sea una moda pasajera o no, la utilización de numerosos ámbitos dentro de la llamada gamificación en educación, está dando buenos resultados en aquellos centros que saben cómo llevarla a cabo uniendo la motivación y la diversión, a los contenidos y objetivos que deben alcanzar los alumnos.


Escape room consiste en conseguir salir de una habitación cerrada a través de varios desafíos o pruebas. Llevado al campo educativo, esta práctica pretende generar la motivación necesaria para que los alumnos practiquen o demuestren sus destrezas sintiéndose inmersos en una historia previamente elaborada.

Se puede utilizar para aprender a trabajar en equipo, para generar creatividad, para la resolución de problemas,... y para el repaso de contenidos o destrezas de cualquier asignatura. La dificultad para el profesor no está en el qué, sino en el cómo. Para que la práctica de Escape room obtenga los mejores resultados, la historia que hará de hilo conductor para que los alumnos se sientan motivados es muy importante. 

Además, el profesor tiene un papel muy activo no solamente en la explicación de las reglas y el planteamiento inicial, sino en saber conducir a los alumnos para que sigan motivados durante el transcurso de todas las pruebas. Por eso os dejo unos pequeños consejos a tener en cuenta en cada una de las fases de implementación de escape room.


FASE DE PREPARACIÓN PREVIA

Establece a quién va dirigido. Puede ser un proyecto para un grupo de alumnos, para una clase, o incluso para toda la etapa.

Piensa qué profesores pueden participar directamente de una forma activa en las pruebas, o puntualmente en algún momento del juego.

Reflexiona sobre qué contenidos y objetivos quieres trabajar. Lo importante no es jugar por el simple hecho de jugar, sino que el juego nos ayude a conseguir unos resultados de aprendizaje. Por ejemplo, yo decidí repasar los contenidos que estábamos viendo en segundo de primaria: reinos de animales, sumas y restas con llevadas, España y su división territorial, las tablas de multiplicar,...

Escribe la historia:
Los alumnos se tienen que sentir inmersos en la historia, por eso debes tener en cuenta su edad, sus intereses, y su forma de ser. Debe ser una historia en la que ellos se sientan partícipes y que les invite a superar todas las pruebas para conseguir salir de la habitación, o salvarse. Mi historia, que os dejo al completo más abajo, trataba sobre un virus letal liberado en clase a través de los conductos de ventilación. Los alumnos tenían que encontrar el antídoto para curarse, salvar a un compañero secuestrado, y descubrir la combinación matemática para poder salir del colegio.

Ponte de acuerdo con otros profesores:
Habrá mucha más motivación si tienen que encontrar e interaccionar con diversos personajes a lo largo de la historia, que pueden estar representados por otros profesores. En mi historia, los alumnos tuvieron que encontrar al científico que elaboraba el antídoto para el virus, negociar con la profesora secuestradora y conseguir algunos objetos que tenían otros docentes.


FASE DE DESARROLLO

Cuenta la historia metiéndote en el papel. Mi recomendación es que tú, como profesor, estés también dentro de la historia. Puedes tener un rol de personaje, o ser uno más con los alumnos. Por ejemplo, yo también estaba infectado por el virus letal y me quería salvar tanto como ellos. La manera de contar la historia puede influir mucho en del desarrollo del escape room.

Explica claramente las reglas del juego. Los alumnos tienen que saber con exactitud qué pueden hacer y qué no. Al hacer una actividad de este tipo, hacemos que los alumnos "olviden por un tiempo" que están en el colegio. Pero no deben olvidar que existen unas normas de juego y de convivencia.

Controla los nervios de los alumnos. La motivación y las ganas de querer pasar las pruebas para salvarse pueden desencadenar en nerviosismo y faltas de respeto hacia los demás. Es un buen momento para trabajar también valores transversales y control emocional con los alumnos. Puedes dar una serie de "avisos" a los alumnos, o determinar un tiempo en el que dejen de jugar debido a su comportamiento, reincorporándose, por ejemplo, en la siguiente prueba.

Sé flexible con la historia. A veces los alumnos tardan menos o más tiempo de lo previsto en pasar alguna de las pruebas. Hay que saber reconducir la prueba para que lleguen con motivación al final. Además, puede que elementos inesperados aparezcan en escena, y que pueden ser muy motivadores para los alumnos si los conseguimos encauzar en la historia con un poco de imaginación e improvisación. Por ejemplo, mientras nosotros hacíamos el escape room aparecieron por el pasillo de nuestra clase dos trabajadores de mantenimiento del colegio con una escalera. De repente, transformé la historia explicando que eran francotiradores de la policía que se dirigían a los tejados.

Recuerda que el objetivo es aprender, no solamente divertir. Para conseguir que el aprendizaje sea efectivo, repasa en voz alta con los alumnos los contenidos que trabajéis en cada una de las pruebas, haz preguntas globales o individuales,...


FASE POSTERIOR

Una vez que los alumnos han conseguido escapar, o salvarse, es importante darles un feedback de lo aprendido, para asentar los conocimientos. También podemos hablar con ellos de los momentos en los que no han cumplido las reglas o no han sabido gestionar sus emociones. No podemos olvidar que el aprendizaje debe ser holístico e integral.

Apunta lo que ha salido bien y lo que ha salido mal, para que en veces posteriores en las que utilices este tipo de gamificación, tu práctica docente mejore. 






Una experiencia de escape room

EL VIRUS LETAL



Un virus letal para los seres humanos ha sido detectado en los conductos de ventilación del colegio contagiando a través del aire a todos los alumnos y profesores del colegio. Es un tipo de virus muy venenoso que además se contagia fácilmente, con lo que, de no encontrar la cura, en unas horas toda la ciudad se habrá contagiado y los seres humanos irán desapareciendo de la faz de la tierra. La policía se ha puesto en contacto con el director del colegio prohibiendo en todo caso la salida de cualquier persona del centro e intentar evitar así su rápida propagación por la ciudad.

Prueba 1:
Existe un científico dentro del colegio que ya está haciendo pruebas del antídoto con una serie de animales, pero necesita que le demos un listado de los tipos de animales vertebrados: reptiles, mamíferos, aves, peces y anfibios. El científico solamente sabe inglés, así que tenemos que hacer un listado en el que aparezcan los animales con su nombre y su dibujo dividiéndolos por tipos.

Cuando los alumnos hagan esta tarea por equipos podrán ir en busca del científico, que les dará el antídoto en una botella de spray. Les rociaremos con el spray (la botella está llena de agua) para que se desinfecten del virus.


Prueba 2:
Una vez sanos, debemos avisar a la policía para que nos deje salir del colegio. Existen francotiradores en los tejados cercanos al colegio que tienen la orden de disparar si no ven la señal de un chaleco reflectante en el grupo. Por eso necesitamos encontrar uno en el colegio antes de poder salir.

El único chaleco de este tipo lo tiene un profesor al que le encanta viajar y que solamente se lo dará a los alumnos que consigan decirle las capitales de todos los países que ha visitado. Por ello, repasaremos con los alumnos todas las capitales aprendidas durante el curso para que no fallen. Luego tendrán que buscar a dicho profesor y responder a sus preguntas.



Prueba 3:
Cuando consiguen el chaleco reflectante, uno de los alumnos se lo pondrá y los alumnos tendrán que seguirle. La policía ha explicado que tienen que salir por "la puerta secreta de emergencia" que existe en el colegio. Esa puerta necesita una llave especial que se esconde en un cofre con un candado en el colegio. Para encontrar la combinación secreta los alumnos deberán realizar unas multiplicaciones, sumas y restas, cuyos resultados necesitarán para descubrir la combinación.

Cuando la consigan, podrán abrir el cofre y conseguir la llave. Juntos podrán salir (sin olvidar el chaleco) con el antídoto para curar a todos los infectados por el virus. Hemos salvado a la humanidad.



Esta es una historia inventada por mí que puede servir como inspiración o esquema para todo tipo de historias que queráis inventar. Lo importante es que los alumnos se sientan inmersos en ella y que les motive para esforzarse en conseguir pasar las pruebas.

El tiempo estimado para la realización de esta historia es de 1 hora y media. Os aconsejo que realicéis el escape room en horas o momentos en los que los alumnos bajan su motivación debido al cansancio o al calor. Yo lo realicé en las horas de la tarde de un día caluroso y conseguí que los alumnos pasasen toda la tarde increíblemente motivados repasando los vertebrados en inglés, trabajando las capitales y la división territorial española, sumando, restando, multiplicando,... y la respuesta final de mis alumnos fue: ¿mañana jugamos otra vez?

Para citar este artículo:
Pattier, D. (27 de abril de 2018). Escape Room en educación, una experiencia innovadora. Escuela de Innovación. Disponible en https://escueladeinnovacion.blogspot.com.es/2018/04/escape-room-en-educacion-una.html








16 de abril de 2018


Encargos innovadores para la escuela


Una de las metodologías de organización en el aula y que ayuda al crecimiento integral de los alumnos es la utilización de los "encargos de clase", que fomentan la responsabilidad, la participación, etc.

Prácticamente todos los profesores usan estos encargos como los tradicionales "encargado de la pizarra", "encargado de la fila", "encargado de las mesas", "encargado de las luces",... Pero, ¿por qué no dar un salto más allá y convertirlos en algo innovador que ayude al crecimiento en elementos tan olvidados en la educación actual como la gestión emocional, la empatía, el espíritu de servicio,... o para la erradicación de situaciones problemáticas como el bullying?

Aquí os dejo unos "encargos especiales" que uso en mi clase con muy buenos resultados:

·     Jugador: su misión es buscar niños que estén solos en el patio y conseguir que jueguen a lo que quieran estos niños.




Número de encargos idóneo por clase: 2 o 3 que pueden ir rotando con bastante fluidez.

Si todas las clases del colegio trabajan este encargo, se erradica uno de los grandes y más escondidos problemas de los patios: los niños que les cuesta relacionarse con los demás.

¿Qué fomenta? La empatía (al darse cuenta del problema), el espíritu de servicio (dejan de jugar a lo que quieren por ayudar a los demás) y fomentan el crecimiento de los niños con problemas de relación con los compañeros.


·        Superamigo/a: su misión es ayudar a crecer, en todos los ámbitos, a un niño o niña en concreto de clase. Le va a ayudar a mejorar desde que aprenda a sentarse bien en la silla, hasta problemas de matemáticas o a mejorar el comportamiento. Será partícipe de los logros de su compañero.



Número de encargos idóneo por clase: variable. Desde un solo encargo, hasta que todos los alumnos y alumnas tengan un superamigo/a.

¿Qué fomenta? La responsabilidad, la empatía, la conciencia de grupo-clase, la amistad, la autoconfianza, el espíritu de servicio, la madurez, y el propio crecimiento ya que para enseñar primero tienes que tener adquirida la competencia.


·   Espía: su misión es darse cuenta de niños de clase que estén pasándolo mal por cualquier motivo y comentárselo al tutor. Muchas veces los alumnos se abren primero con alguno de sus compañeros y es necesario que el tutor lo sepa para poder ayudar a este alumno.



Número de encargos idóneo por clase: 1 o 2.

¿Qué fomenta? La responsabilidad, la sensibilización, la empatía, la conciencia de grupo-clase, el espíritu de servicio, la gestión emocional, la mejora de la comunicación con el tutor, la ayuda a alumnos con problemas.


·         Soldado de misiones especiales: detectado un niño que lo está pasando mal (por una separación paterna, una pérdida de un ser querido cercano, una enfermedad en la familia,…), la misión del soldado es estar pendiente de ese niño y conseguir que pase un feliz día. Sobre todo debe estar atento en los tiempos en los que el profesor no está presente directamente, como en los patios, en el comedor,…



Número de encargos idóneo por clase: 1 o 2.

¿Qué fomenta? Empatía, solidaridad, espíritu de servicio, compañerismo, altruismo, amistad, responsabilidad, y modificar las tendencias emocionales negativas a unas positivas.


·     Maestro Astilla: su misión es, junto con el tutor, enseñar técnicas de gestión emocional a sus compañeros. Hay momentos durante el día de rabietas, discusiones, peleas, lloros,… no olvidemos que son niños. Debemos enseñarles no a bloquear sus sentimientos, sino a encauzarlos y a gestionar sus emociones. Este alumno, por ejemplo, ayudará a niños con rabietas a contar hasta 10, a respirar profundamente, a dar un paseo para relajarse, etc.



Número de encargos idóneo por clase: 1 o 2.

¿Qué fomenta? Gestión emocional, conocimiento de uno mismo, adquisición de técnicas de relajación y control emocional, empatía, responsabilidad, la mejora de la visión de uno mismo.


·   Abogado: su misión es recoger y encauzar debidamente al tutor problemas que se puedan dar en el aula tanto entre alumnos como entre profesores y alumnos. Por ejemplo, si hay varios profesores que ponen exámenes el mismo día, el abogado es el encargado de encauzar las “protestas” de los alumnos y hablar con su tutor para ver una posible solución. Evitamos así discusiones profesor-alumno, y aprenden cómo debe encauzarse situaciones similares en la vida real.




Número de encargos idóneo por clase: 1.

¿Qué fomenta? El bienestar y el clima en la clase, aprendizaje social, gestión emocional, responsabilidad, madurez, conciencia de grupo-clase, mejora la comunicación entre alumnos y entre profesores y alumnos, resolución de conflictos.


·    Juez: su misión es dictaminar qué hacer en casos de conflictos. Actuará siempre en comunión y comunicación con el tutor de la clase. Por ejemplo, si ha habido una disputa en el patio, podrá dictaminar los “pasos a seguir”, o, en su caso,  “castigos” a los alumnos. Por ejemplo, que se pidan perdón y se queden un día sin jugar al fútbol.




Número de encargos idóneo por clase: 1

¿Qué fomenta? Responsabilidad, resolución de conflictos, madurez, disciplina, obediencia, conocimiento de las consecuencias de nuestros actos, educación cívica y social.


·   Capitán: su misión es dirigir la fila de clase, animar a sus compañeros, y estar disponible para cualquier necesidad del profesor. Es interesante que cada día sea un alumno, para que todos se sientan protagonistas y crezcan en madurez y participación en el aula.




Número de encargos idóneo por clase: 1 diferente cada día (se puede seguir el orden de lista).

¿Qué fomenta? Madurez, responsabilidad, conciencia de la clase como grupo, liderazgo, autoconfianza y autoestima.



Tras varios años implementando estos “encargos especiales” en mi clase, he podido ver grandes resultados tanto a nivel personal (responsabilidad, espíritu de servicio, empatía,…) como de ayuda a los demás (autoconfianza, erradicación de niños solos en el patio, eliminación de situaciones que pueden generar bullying,…).

Os animo a todos los profesores a usarlos en vuestras clases y que me contéis los resultados que obtenéis. Construiremos mejores alumnos, mejores colegios y, por tanto, una mejor sociedad.


Para citar este artículo:
Pattier, D. (16 de abril de 2018). Encargos innovadores para la escuela. Escuela de Innovación. Recuperado de: https://escueladeinnovacion.blogspot.com.es/2018/04/encargos-innovadores-para-la-escuela.html








13 de abril de 2018
Canta y Aprende (Youtube)


"Me di cuenta de que los niños, como cualquier persona, podían aprender cualquier cosa cantando, y no se les olvidaba lo aprendido".

Daniel Pattier, profesor de Primaria en un colegio de la zona sur de la Comunidad de Madrid, está implementando lo que él autodefine como "pedagogía musical", es decir, enseñar cualquier tipo de contenido mediante canciones.

Compositor y cantante de sus propias creaciones musicales, edita vídeos y los sube a Youtube en su canal "Canta y Aprende", que en poco más de un año de vida posee ya más de 2.000 suscriptores y supera el medio millón de visualizaciones.


Sus alumnos de 6 y 7 años han aprendido no solamente contenidos referentes a su edad, sino que, gracias a la motivación y diversión que ofrece la música, se saben los compuestos más importantes de la tabla periódica, todas las provincias de España, sus ríos más importantes,... e incluso los nombres de los 50 estados de Estados Unidos.



Una propuesta innovadora enmarcada en la nueva generación de profesores youtubers que descubren en este medio una posibilidad inmensa de motivación y de buenos resultados.

Como explica Daniel Pattier, "puedes aprender cualquier contenido, en cualquier momento, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con tan solo un click": Canta y Aprende (YouTube)

Para citar este artículo:
Pattier, D. (13 de abril de 2018). Canta y Aprende (YouTube). Escuela de innovación. Disponible en https://escueladeinnovacion.blogspot.com.es/2018/04/canta-y-aprende-youtube.html






12 de abril de 2018

¿Pedagogía musical o Didáctica de la Música?

Si buscamos actualmente información sobre pedagogía musical, pronto nos daremos cuenta de que muchas de las revistas, páginas web o cursos sobre el tema, consideran que la pedagogía musical es la enseñanza de la música.
Sin ser esto totalmente erróneo, nos puede cerrar, y mucho, el campo de visión de lo que personalmente considero que es la pedagogía musical. Y es que pedagogía musical y didáctica de la música no son lo mismo.
Empecemos con la didáctica de la música, que es tal vez, el ámbito más conocido. Cuando hablamos de didáctica de la música nos referimos a enseñar (didáctica) música. Es decir, a los contenidos, objetivos y metas que podríamos encontrar dentro de una clase de música en cualquiera de las aulas de nuestro país en lo relativo a la adquisición de la competencia musical.



Dentro de la didáctica de la música, podemos diferenciar tres grandes competencias, o ámbitos que se deben desarrollar en el alumno: la percepción o apreciación musical de secuencias sonoras (ruidos, paisajes sonoros...) y secuencias musicales (vocales o instrumentales); la interpretación o ejecución musical (imitar secuencias musicales por imitación o ensayo); y la creatividad musical (improvisaciones vocales-instrumentales, composición de obras,...).
Todo esto se encuadra dentro de la didáctica de la música. Pero es tan solo una parte de la pedagogía musical. Veamos qué significa etimológicamente pedagogía musical para poder hacernos una idea más clara de a lo que nos referimos con su uso.
La palabra pedagogía proviene del griego παιδιον (niño) y γωγος (conducir, guiar). El pedagogo, en la Antigua Grecia, no era el maestro, sino el esclavo que conducía y guiaba al niño al encuentro con el maestro. Por lo tanto, pedagogía musical no es, solamente, la didáctica de la música, sino que abarca mucho más. Es la guía, el medio, la metodología que utilizamos para el encuentro con el conocimiento. Y esta metodología es la música.



Por lo que, pedagogía musical significa que, a través de la música, podemos acercar al niño al encuentro con el conocimiento, podemos potenciar su desarrollo, pero de una forma integral y no limitada exclusivamente a la competencia musical (parte que estudia la didáctica de la música).
Es muy importante no reducir la pedagogía musical a una didáctica de la música del mismo modo que es importante no reducir el cosmos a nuestra galaxia.

Artículo de Daniel Pattier disponible en la Revista E-Innova de la Universidad Complutense de Madrid

Para citarlo: Pattier, D. (marzo de 2014). ¿Pedagogía musical o Didáctica de la Música? Revista E-Innova BUCM (33). DIsponible en http://biblioteca.ucm.es/BUCM/revcul/e-learning-innova/103/art1563.php#.Ws88Ai5ubow

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